Habitar el paisaje

Para representar el paisaje hay que habitarlo, no vasta la postal del atardecer ni el archivo fotográfico, la representación solamente óptica del entorno es incompleta. El paisaje vive suena y se desplaza, abordarlo solamente desde el estudio del color y la forma en el taller resulta insuficiente.

Recuerda el sonido del mar, enuncia un momento de calma.